Día Mundial de la Obesidad

Luis Edgardo Figueroa Montes

El Día Mundial de la Obesidad es una celebración unificada, que hace visible una respuesta cohesionada e intersectorial a la crisis actual de la obesidad. Se celebra el 4 de marzo y está convocado por la Federación Mundial de la Obesidad en colaboración con sus miembros. Personas, organizaciones y alianzas contribuyentes al Día Mundial de la Obesidad cada año involucran a miles de personas en todo el mundo (1).

Este día busca reconocer las causas fundamentales de la obesidad, aumentar el conocimiento sobre la enfermedad, abordar el estigma del peso, poner en primer plano las voces de las personas con experiencias vividas y actuar para mejorar la comprensión, la prevención y el tratamiento de la obesidad en el mundo (1).

Por muchos años, las respuestas a la obesidad se enfocaron de forma individual, mientras que los sistemas que nos rodean: atención sanitaria, políticas gubernamentales, entornos alimentarios, medios de comunicación y lugares de trabajo; siguen sin ser abordados de forma eficaz. Es hora de cambiar el enfoque e impulsar un cambio sistémico. La obesidad es una enfermedad crónica y compleja y un factor desencadenante importante de otras afecciones, como la diabetes, las enfermedades cardíacas y el cáncer. Si trabajamos juntos (gobiernos, profesionales de la salud, defensores de derechos y el público), podemos transformar estos sistemas y crear un futuro más saludable para todos (1).

Obesidad y enfermedades crónicas no transmisibles (ECNT)

La obesidad es una enfermedad y un factor importante de las ECNT. Cada año, 43 millones de adultos mueren a causa de ECNT, y más de 3,5 millones de estas muertes se deben a un índice de masa corporal (IMC) elevado: ≥ 25 kg/m². El sobrepeso y la obesidad son responsables de la muerte de más de 90 millones de personas adultas al año, a causa de las ECNT. La mayoría de estas muertes y enfermedades evitables se producen en países de de bajos y medianos ingresos (2).

El sobrepeso y la obesidad (IMC elevado) son factores de riesgo de las principales del cáncer, la cardiopatía isquémica (infarto al corazón), los accidentes cerebrovasculares (derrames cerebrales) y la diabetes mellitus. Un IMC elevado también es un factor de riesgo para el desarrollo de otras ECNT, como la enfermedad hepática, la enfermedad renal, los trastornos musculoesqueléticos (osteoartritis y dolor de espalda crónico), y contribuye a los trastornos neurológicos (demencia y enfermedad de Alzheimer) y a una mala salud mental, incluida la depresión. En este Día Mundial de la Obesidad, examinamos los sistemas que subyacen a la obesidad y las ECNT y pedimos un cambio sistémico para crear vidas más saludables para todos (2).

Alcanzar los objetivos globales para la obesidad y las ECNT requiere una acción urgente, tanto en las políticas públicas, para abordar los factores de riesgo interrelacionados, como en la atención de la salud para garantizar que las personas que viven con obesidad y otras ECNT puedan acceder a los servicios que necesitan (2).

Obesidad en el Perú

Según el Instituto Nacional de Salud, el 70% de adultos peruanos entre 30 y 59 años tiene obesidad y sobrepeso, siendo el país el tercero con altos índices de sobrepeso en Latinoamérica, y por eso se necesitan las medidas urgentes para controlar estas cifras (3).

El Ministerio de Salud (MINSA), alerta de esta situación. Las limitadas opciones de alimentos saludables en su entorno, la incapacidad para percibir la saciedad, la baja sensibilidad a los sabores, los hábitos familiares, entre otros mecanismos causales. Afecta al 70% de la población adulta peruana, al 42.4% de los jóvenes peruanos, al 33.1% de adultos mayores y al 23.9% de adolescentes (3).

La importancia de promover un cambio duradero en los hábitos alimentarios y estilos de vida saludables es crucial. Para mejorar la alimentación, se prefiere el consumo de granos integrales como la avena, la cebada, los granos andinos como la quinua, kiwicha, el arroz integral entre otros, además de consumir grasas saludables como el aceite de oliva, la palta y frutos secos. Se recomienda incrementar el consumo de frutas y verduras, proteínas como las carnes blancas como el pescado, pavo, pollo, rojas (menor cantidad), o el huevo. Las verduras en ensaladas o cocidas deben ocupar la mitad del plato, incrementar el consumo de agua pura y realizar 30 minutos diarios de actividad física (3).

En 2019, se publicó el libro “Guías alimentarias para la población peruana”. Esta publicación describe los principios y mensajes educativos claves sobre alimentación saludable con la finalidad de orientar a los peruanos sobre temas relacionados a la alimentación y nutrición, promoviendo hábitos de alimentación y estilos de vida saludables para una vida plena y libre de enfermedades (4).

En conclusión, el Día Mundial de la Obesidad nos recuerda que esta enfermedad es un desafío global que requiere un enfoque integral y sistémico. No basta con intervenciones individuales; es necesario transformar los entornos en los que vivimos, desde las políticas de salud hasta los hábitos cotidianos. La obesidad no solo afecta la calidad de vida de quienes la padecen, sino que es un factor clave en el desarrollo de enfermedades crónicas no transmisibles, que cada año cobran millones de vidas.

En el Perú, las cifras son alarmantes y demandan acciones urgentes. La promoción de una alimentación saludable y el fomento de la actividad física deben convertirse en pilares de las estrategias de salud pública. La educación nutricional, la accesibilidad a alimentos saludables y la concienciación sobre los riesgos de la obesidad son fundamentales para revertir esta tendencia.


Enlaces de interés

  1. https://es.worldobesityday.org/about-wod
  2. https://es.worldobesityday.org/obesity-and-ncds
  3. https://www.gob.pe/institucion/ins/noticias/1120243-el-70-de-adultos-peruanos-entre-30-y-59-anos-tiene-obesidad-y-sobrepeso
  4. https://www.gob.pe/institucion/minsa/informes-publicaciones/314037-guias-alimentarias-para-la-poblacion-peruana