
Dr. Luis Edgardo Figueroa Montes
El Día Mundial de la Tuberculosis, se celebra de forma anual el 24 de marzo. Se promueve la urgencia de erradicar la tuberculosis, la enfermedad infecciosa más mortal del mundo. La tuberculosis (TB) sigue devastando a millones de personas en todo el mundo, con graves consecuencias sanitarias, sociales y económicas. El lema de este año, ¡Sí! Podemos poner fin a la TB: compromiso, inversión, resultados; es un firme llamado a la esperanza, la urgencia y la rendición de cuentas (1). Algunas cifras: 79 millones de vidas salvadas desde el año 2000 gracias a los esfuerzos mundiales para acabar con la TB, 10,8 millones de personas enfermaron de TB y 1,25 millones de personas murieron en 2023 (1).
Tras descubrir al agente responsable de la tuberculosis, responsable de una de cada siete muertes en Alemania en aquel tiempo, Koch hizo públicos sus hallazgos el 24 de marzo de 1882. Es con motivo de esta fecha que hoy en día se celebra el Día Mundial de la Tuberculosis.
El Día Mundial de la Tuberculosis es una oportunidad para enfocarnos en las personas afectadas por esta enfermedad y para instar a que se tomen medidas aceleradas para erradicar el sufrimiento y las muertes por tuberculosis. Mensajes claves (1):
Comprometerse: líderes mundiales presentes en la reunión de alto nivel de la ONU en 2023 se comprometieron a intensificar los esfuerzos para erradicar la tuberculosis. Ahora necesitamos acciones concretas: una rápida implementación de las directrices y políticas de la OMS, estrategias nacionales reforzadas y financiación completa.
Invertir: la TB no se puede combatir sin una financiación adecuada. Necesitamos un enfoque audaz y diversificado para financiar la innovación, cerrar las brechas en el acceso a la prevención, el tratamiento y la atención de la tuberculosis, así como para impulsar la investigación y la innovación.
Entregar: convertir los compromisos en acciones implica ampliar las intervenciones recomendadas por la OMS, que han demostrado su eficacia: detección temprana, diagnóstico, tratamiento preventivo y atención de alta calidad para la tuberculosis, en particular para la tuberculosis farmacorresistente. El éxito depende del liderazgo comunitario, la acción de la sociedad civil y la colaboración intersectorial.
En la Región de las Américas se estimó que unas 342 000 personas enfermaron por TB en 2023, lo que significó un incremento del 20% comparado con el 2015; existiendo una brecha de 76 000 personas sin diagnosticar y tratar. La región ha recuperado y superado la notificación de casos, en comparación con los niveles prepandemia; en 2023 se ha notificado la cifra de casos más alta desde que la OMS tiene registros de la región. El número de personas afectadas por esta enfermedad sigue aumentando y las muertes siguen siendo altas (2).
Así mismo, unas 35 000 personas fallecieron por esta causa, (44% de incremento comparado con 2015), de las cuales el 29% (10,000) se atribuyeron a TB/VIH; se estima que cada día, cerca de 100 personas pierden la vida por TB y cerca de 900 personas se enferman de esta enfermedad prevenible y curable. Los datos muestran que la situación de la TB en las Américas es compleja y merece nuestra atención inmediata. Sin embargo, hay razones para mantener una perspectiva optimista. Se cuentan con herramientas y tecnologías que pueden ayudar a acelerar la respuesta hacia el fin de la TB (2).
Sobre el llamado de acción, algunos puntos cruciales (2):
- Los gobiernos y tomadores de decisión (Ministerios, autoridades de salud, líderes gubernamentales y gestores de programas de TB): la eliminación de la TB es posible con innovación, diagnóstico temprano y atención centrada en la persona. Invertir en sistemas de salud resilientes es clave para eliminar la TB y fortalecer la respuesta ante futuras crisis sanitarias.
- Los profesionales de la salud: tienen un papel clave en permitir el acceso al tamizaje, prevención y atención de la TB para poblaciones afectadas. Incorporar los servicios esenciales de TB en las intervenciones rutinarias de salud.
- La sociedad civil, comunidades y personas afectadas por la TB: la TB es prevenible, curable y tratable. Ninguna persona debería perder la vida por una enfermedad que hoy tiene cura.
- Para público en general: la TB sigue siendo una de las enfermedades infecciosas más mortales del mundo. En la Región de las Américas, alrededor de 35000 personas perdieron la vida por TB en 2023, mientras que cada día, aproximadamente 900 personas enferman de esta enfermedad prevenible y curable.
En el Perú se notifican anualmente alrededor de 27 mil casos nuevos de enfermedad activa y 17 mil casos nuevos de TB pulmonar frotis positivo. Somos uno de los países con mayor cantidad de casos de TB en las Américas. Por otro lado, la emergencia de cepas resistentes ha complicado las actividades de prevención y control, en los últimos 2 años en el país y se han reportado más de 1 500 pacientes con tuberculosis multidrogo resistente (MDR) por año y alrededor de 100 casos de tuberculosis extensamente resistente (XDR) por año (3).
La TB es una enfermedad sujeta a vigilancia epidemiológica y de notificación obligatoria aprobada con Resolución Ministerial Nº 948- 2012/MINSA, además con la Directiva Sanitaria N° 053- MINSA/DGE-V01 (aprobada con RM N° 179-2013/MINSA), donde se establecen los procesos para la notificación de casos en la vigilancia de tuberculosis (4).
La implementación de un sistema de vigilancia epidemiológica de Tuberculosis en el país, tiene como finalidad fortalecer el sistema de información epidemiológica estandarizada que permita, evaluar el impacto de estrategias de prevención y control, así como generar evidencias que permitan optimizar la toma de decisiones.
En conclusión, la TB sigue siendo la enfermedad infecciosa más letal del mundo, con un impacto devastador en la salud, la sociedad y la economía. A pesar de los avances logrados en las últimas décadas, con millones de vidas salvadas, la erradicación de la TB requiere un esfuerzo global sostenido basado en compromiso político, inversión en innovación y acceso equitativo al diagnóstico y tratamiento.
El Perú sigue enfrentando una de las tasas más altas de TB en la región, con miles de casos nuevos cada año y un creciente desafío debido a las cepas resistentes a los tratamientos. La vigilancia epidemiológica es fundamental para optimizar las estrategias de prevención y control, pero se requiere un mayor compromiso para fortalecer los sistemas de salud y garantizar una respuesta eficaz ante la enfermedad. La TB es prevenible y curable, pero solo con acciones concretas podremos eliminarla. Por lo tanto ¡Sí, podemos poner fin a la TB!
Enlaces de interés
1. https://www.who.int/campaigns/world-tb-day/2025
2. https://www.paho.org/sites/default/files/wtbd2025-nota_conceptual-spa_0.pdf
3. https://www.dge.gob.pe/portalnuevo/vigilancia-epidemiologica/vigilancia-de-tuberculosis/
4. https://www.gob.pe/institucion/minsa/normas-legales/240760-179-2013-minsa