
Dr. Luis Edgardo Figueroa Montes
El «Día Mundial del Corazón», celebrado el 29 de septiembre de cada año, es una oportunidad para iniciar conversaciones y compromiso a nivel mundial, utilizando historias poderosas para generar conciencia sobre la salud cardíaca. Recuerda que una de cada cinco personas morirá de forma prematura (antes de los 70 años) por una enfermedad cardiovascular (ECV), que se cobra más vidas que el cáncer y las enfermedades respiratorias crónicas en conjunto. Sin embargo, hasta el 80 % de los casos de cardiopatías y accidentes cerebrovasculares son prevenibles (1).
El tema de este año es «No te pierdas ni un latido». Seres queridos en todo el mundo están perdiendo el tiempo que deberían compartir juntos debido a las muertes prematuras por ECV. Por eso, este 29 de septiembre, le diremos al mundo: «No te pierdas ni un latido».
Cada año, las ECV se cobran más de 20,5 millones de vidas. Hasta el 80% de las muertes prematuras por ECV se pueden prevenir mediante un acceso asequible a la atención, su detección temprana y más oportunidades para tomar decisiones saludables en materia de nutrición y mantenerse activo. Por eso, en el «Día Mundial del Corazón», nos unimos en seis continentes para generar conciencia, inspirar la acción y celebrar la salud del corazón (1).
La ECV es un tipo de enfermedad que afecta al corazón o a los vasos sanguíneos (venas y arterias). Más personas mueren por ECV en todo el mundo que por cualquier otra causa: más de 20,5 millones cada año. De estas muertes, el 85 % se debe a enfermedades coronarias (infartos) y cerebrovasculares (derrames o accidentes cerebrovasculares) y afecta en especial a países de bajos y medianos ingresos (2).
¿Sabías que tu corazón es del tamaño de un puño y el músculo más fuerte de tu cuerpo? Empezó a latir unas tres semanas después de tu concepción. Si llegas a los 70 años, habrá latido dos mil quinientos millones de veces. Sin embargo, aunque es impresionante y fuerte, tu corazón también puede volverse vulnerable debido a factores de riesgo habituales como el tabaquismo, la diabetes, el colesterol alto, una dieta poco saludable o la hipertensión (2).
El sistema cardiovascular también puede verse debilitado por una afección cardíaca preexistente y otros factores fisiológicos, como la hipertensión o el colesterol alto. Cuando las funciones cardíacas se ven comprometidas, se denomina ECV, un término amplio que abarca cualquier trastorno del sistema que tiene al corazón como principal protagonista (3).
Una enfermedad crónica no transmisible destaca «La obesidad». La obesidad antes se consideraba un problema confinado a los países de altos ingresos, ahora es un desafío en rápido crecimiento para casi todos los países del mundo, con enormes impactos en la economía y la salud, en particular, porque se relaciona con la mayor causa de muerte del mundo «Las enfermedades cardiovasculares» (3).
En 2022, 878 millones de adultos vivían con obesidad, lo que cuadruplica los 194 millones que padecían con esta enfermedad en 1990. Si las tendencias de crecimiento continúan, se proyecta que casi 2 de cada 3 adultos mayores de 25 años podrían vivir con sobrepeso u obesidad para 2050 (3).
Lo que se necesita ahora es unir esfuerzos en todos los niveles, que incluya un acceso equitativo a las intervenciones para todos los que padecen estas ECV. Por ejemplo, los países deben implementar medidas de salud pública rentables y basadas en la evidencia para abordar la obesidad y las ECV, aprovechando marcos y herramientas globales. Asimismo, deben priorizar políticas integrales, integradas y centradas en la equidad, basadas en datos nacionales sobre la variación de los determinantes entre los grupos de población. Las acciones prioritarias incluyen hojas de ruta nacionales contra la obesidad con objetivos definidos, políticas multisectoriales que aborden el amplio espectro de determinantes de la obesidad y garantizar una mayor integración de la prevención y el tratamiento de la obesidad en los servicios de atención primaria (4).
Las campañas y políticas de salud pública deben contrarrestar la estigmatización de la obesidad mediante un lenguaje centrado en la persona, reconociendo que el estigma es un obstáculo para abordar la obesidad y las ECV, y también deben involucrar a las personas que viven con obesidad y ECV (4).
Un reciente estudio refiere que la pandemia mundial de obesidad, sumada al creciente envejecimiento poblacional, está exacerbando la carga de ECV (mayor gasto en salud por muertes y discapacidad). De hecho, la evidencia clínica y experimental subraya una posible conexión entre la obesidad y el envejecimiento en la patogénesis de diversos trastornos cardiovasculares. Existen diferentes mecanismos que conectan la obesidad con el envejecimiento prematuro y el riesgo de ECV (5). Por ejemplo:
- Disfunción mitocondrial: Las «baterías» de las células no funcionan bien, generando «desechos tóxicos» que dañan y envejecen las células.
- Represión de la autofagia y pérdida de la proteostasis: El sistema de «reciclaje» de las células falla, acumulando «basura» y proteínas dañadas que las hacen funcionar mal.
- Inestabilidad del ADN: El «manual de instrucciones» de las células se daña más fácilmente y los sistemas de reparación no funcionan bien, acelerando el envejecimiento celular.
- Señalización neurohormonal alterada: Las «señales» químicas del cuerpo se desajustan, afectando la insulina, hormonas del estrés y otros sistemas, impactando el corazón y el envejecimiento.
- Senescencia celular: Células se «jubilan» antes de tiempo y liberan sustancias que causan problemas alrededor («fiesta pro-inflamatoria»).
- Inflamación crónica: El cuerpo está en un estado de «alerta constante» con inflamación de bajo grado, dañando tejidos y acelerando el envejecimiento.
En conclusión, en el «Día Mundial del Corazón», recordamos que cada segundo cuenta, cuando se trata de la salud cardíaca y la lucha contra la obesidad. A medida que la obesidad se extiende de forma pandémica, intensifica la carga de las ECV, amenazando vidas y acortando el tiempo que deberíamos disfrutar con nuestros seres queridos. Sin embargo, con un enfoque coordinado que promueva decisiones saludables, acceso equitativo a la atención médica y políticas públicas basadas en evidencia, podemos detener esta tendencia.
Hoy, unámonos en un esfuerzo global para prevenir hasta el 80% de las muertes prematuras por ECV. No podemos permitir que la batalla contra la obesidad nos robe el tiempo valioso que podría latir junto a un corazón sano «Actuemos ahora para preservar ese precioso tiempo para todos».
Enlaces de interés
- https://world-heart-federation.org/world-heart-day/about-whd/
- https://world-heart-federation.org/world-heart-day/understanding-cvd/
- https://world-heart-federation.org/world-heart-day/get-involved/
- https://world-heart-federation.org/wp-content/uploads/World_Heart_Report_2025_Online-Version.pdf
- https://academic.oup.com/eurheartj/article/46/23/2161/8108159