Serumista logra milagro de vida en alejada zona del Vraem

La labor de los serumistas mucho más allá de las postas médicas

La tarde del 7 de mayo, el médico serumista, Yomo Chuquillanqui, hacía todo lo humanamente posible para lograr el exitoso parto de la Sra. De iniciales A.O., pobladora del Pariahuanca (zona Vraem) en Huancayo. Se logró el milagro de vida y todos los esfuerzos valieron la pena, una mujercita de 3 kilos y 53 centímetros, nació sana, para brindarle la felicidad de vocación al galeno que realizaba un seguimiento hace ya muchos meses.

La familia de la paciente cuenta con escasos recursos económicos y el médico tuvo que realizar visitas periódicas a su domicilio para evaluar el avance de gestación. “Nos comunicábamos constantemente con ella y acudíamos a su hogar porque teníamos miedo de que no nos avise el día del parto; gracias a Dios si nos llegó a contactar en el momento de las contracciones. El nacimiento del bebe se dio en condiciones no adecuadas, pero se hizo todo lo posible para que los resultados fueran positivos”, explicó el médico joven.

Además, el médico indica que constantemente muchos serumistas salen al campo para evaluar periódicamente a los miembros de las distintas comunidades; a él, la movilidad lo lleva hasta cierto punto y luego tiene que caminar alrededor de media hora para llegar a la población. Si los casos son de emergencia, como el de la paciente de iniciales A.O., debo salir a cualquier hora del día.

También está la complicada labor de explicar a los campesinos, la importancia de que ellos y sus Familias sean evaluados constantemente. La mayoría no quiere que sus mujeres sean atendidas por doctores, debido a que tienen una cultura distinta y predomina el machismo.

El Dr. Yomo expresó que está por concluir una de las mejores experiencias de su carrera, pero esperaba mucho más compromiso por parte del Estado, “Quiero decirle a los serumistas, que, si podemos dar un poco más de nosotros, hay que hacerlo, porque es una experiencia única la que vivimos sirviendo a la población. Al Estado, que al igual que nosotros, se comprometa con la vida de cada paciente, queremos ver su compromiso con nuestra seguridad, brindando las herramientas adecuadas para nuestro correcto desempeño”.