Friaje requiere mucho más que donativos y estrategias improvisadas

El descenso de temperatura en zonas rurales cobra vidas año tras año y el Estado no logra soluciones efectivas

Año tras año, lamentamos las altas cifras de muerte por friaje en los 12 millones de peruanos pertenecientes a 18 regiones alto andinas del país. Sin embargo, se ignora el rol del hacinamiento y riesgo de enfermedades respiratorias por las duras condiciones geográficas, que pasan de hostiles a inhumanas, con cada descenso anual de la temperatura.

Lo verdaderamente cierto es que estas personas no mueren de frío, fallecen por la falta de vías de comunicación rápida hacia las zonas más desarrolladas, o por vivir en malas condiciones de salubridad, entre otras tantas causas más. Sin duda, los donativos que envía el Gobierno y la sociedad son de ayuda, pero se requiere de acciones más sostenibles que aporten en la prevención de este mal, indicó el Dr. Raúl Urquizo Aréstegui, Decano del Consejo Regional III-Lima.

El Dr. Urquizo, acotó que se requiere superar progresivamente la fragmentación de los sub sistemas de salud, desde una gestión innovadora y un compromiso financiero sostenible por parte del Estado. “Es momento de dejar de lado las estrategias improvisadas, los intereses propios y salir de la inundación en la que se encuentra zambullido el Gobierno hace muchos años”, agregó.

“Exhortamos al Estado implementar medidas de atención básicas, como: mantenimiento y habilitación anual de vías de comunicación, campañas de prevención continuas, implementar el proyecto de electricidad rural, cocinas saludables, y calefacción para que los niños y adultos mayores puedan refugiarse en viviendas confortables”, concretó.